domingo, 12 de enero de 2014

¿Cuál es la impresión qué tengo de la Teoria Literaria?


Teoría Literaria y Postmodernidad
I. El Factor Historiográfico
La década de los setenta del siglo xx  fue un período esencial para el desarrollo de la historiografía y la narración. Los años anteriores a los sesentas habían sido tiempos de optimismo y de buenos augurios motivados por las victorias sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial y por la implementación en Occidente de las ideas liberales democráticas respaldadas por los logros de un desarrollo económico y científico sin precedentes.
Sin embargo, todo esto pareció derrumbarse a finales de los sesenta y durante toda la década siguiente. Los movimientos estudiantiles iniciados en Berkeley y París eran un indicio de que no todo iba tan bien como parecía pregonarse. Las propuestas que ahí surgieron implicaban un rechazo a la cultura establecida. Este es el verdadero momento del nacimiento  del postmodernismo, en donde una nueva generación rechazaba los ideales de la medernidad, la Ilustración y el racionalismo.
Pero además y por otro lado el postmodernismo también es un conjunto de epistemologías y metodologías más que una corriente intelectual tal cual. Entre estas tendencias connvergentes destacan el postestructuralismo foucaultiano, el deconstuccionismo de Jaque Derrida, la nueva hermenéutica de Paul Ricour, Michael de Certau y Hans George Gadamer, y las derivaciones  del llamado "giro linguístico".
En 1979 el concepto de postmodernidad se comenzó a difundir con la publicación  de "La Condición Postmoderna" de Jean-Francois Lyotard, un texto en donde se anunciaba el fin de los metarrelatos, o sea las grandes interpretaciones generales tales como el socialimo, el cristianismo o la idea del progreso.
En ese mismo año Lawrence Stones hacía público su diagnostico sobre el estado de la historiográfia en ese momento, comenzando con lo que él denominaba "la caída de los grandes paradigmas" en obvia alusión  al marxismo, el estructuralismo y la cliometría, las tres principales escuelas historiográficas, cuyos paradigmas eran los dominante en el ámbito de la explicación histórica.
II. La Importancia del Lenguaje y el Giro Linguísitico
Una de las principales repercusiones que tuvo el arribo de la postmodernidad en las ciencias sociales fue el redescubrimiento de la primacía del lenguaje, de los códigos y de los símbolos. Durante los años setenta se crearo nexos muy sólodos entre la historia, la antropología y la linguística. Se hizo incapie en el discurso, más que en la estructura. Se intentó superar las reducciones esquemáticas del estructuralismo y del materialismo histórico. Se comenzó a hablar de postestructuralismo, y los nombres de Foucault, Deleuze y Derrida se asosiaron con ese término. La relación entre la historia, la linguística y la antropología cultural se solidificó aun más  desde que Claude Lévi-Strauss hizó uso de modelos linguísticos en la interpretación de procesos sociales.
Por otro lado el giro linguístico (linguistic turn, expresión acuñada por Gustav Bergman n 1964) influyó notablemente en la disciplina histórica. Las palabras de Gadamer pronunciadas en Verdad y Método (1982) fueron proféticas al proponer la naturaleza de la historia como la recopilación de la obra del espíritu humano, escrita en lenguaje del pasado y cuyo texto hemos de entender.
 Es decir, que sí son las palabras las que realmente cuentan en cualquier tipo de narración, inclusive la narración histórica, entonces el modo de organizar esos signos pasa a ocupar el lugar privilegiado en la construcción de la obra histórica. La narración pasa a convertirse en su entramado fundamental.
Este giro linguístico ha generad repercusiones muy enriquecedoras para la historiográfia, como lo son el estudio y el perfeccionamiento de las técnicas del relato y de la narración histórica , lo cual ha repercutido en un aumento de la divulgación de algunas obras tales como "El Queso y los Gusanos" (1976) de Carlo Ginzburg o "El Regreso de Martin Guerre" (1982) de Natalie Z. Davis, u "Ojos de Rembrandt" (1999) de Simon Schama y que se han convertido en hitos referenciales de la historiográfia postmoderna. El término giro linguístico se funda en la creencia de que el lenguaje es algo anterior al mundo expresado por él, pero se hace inteligible, construyéndolo de acuerdo con sus propias reglas de significados.
III. El Deconstruccionismo
Las implicaciones deribadas del giro linguístico fueron llevadas hasta sus últimas consecuencias por el deconstruccionismo de Jaques Derrida en su obra Of Grammatology (1976). Para él, quien considera que el lenguaje es un sistema arbitrario de codificación, será preciso entonces descodificar o deconstruir esos códigos para conocer su funcionamiento. Derrida apuesta por una preeminencia del texto, más allá de la cual no hay salida, pues la Historia se convierte en una pesencia creada por la textualidad, carente de una existencia autónoma, no tiene una presencia en sí misma. Es decir, se niega al texto histórico la posibilidad de representar la ralidad. El documento histórico ( através del cual accedemos a la realidad del pasado) queda asimilado al texto literario, al cual se le niega también la capacidad de acceder al pasado.
Por otro lado las trabajos de Ginzburg, Davis o Schama y otos narrativistas más, no sólo incorporaron nuevos temas, sino que implicaban toda una transformación de las metodologías y las epistemologías, ya que durante muchos años la "Nueva Historia" preconizada por la Escuela de los Anales, el estucturalismo, la historia cuantitativa y el materialismo histórico, consideraban que la historia profesional debía prescindir de la narración, para apegarse al máximo a la exposición científica de los rsultados obtenidos durante la investigación. La historia narrativa era sinónimo de ficción, la tarea del historiador era reducida a la función analítica e interpretativa. No a la Narrativa.La historia narrativa era vista con desprecio y reducida a la categoría de crónica, o concebida como una exposición líneal de los acontecimientos, étapa ya superada a través de la exposición de las categorías socioeconómicas.
La eficacia de esta nueva orientación historiográfica desarrollada por estos nuevos narrativistas reside en eldiseño de la estructura del relato, ya que sus obras reflejan en toda su intensidad la pluralidad humana, lo que hace aumentar considerablemente la coherencia del relato. De este modo la nueva historia narrativa, producto legítimo de la postmodernidad, pretende devolverle a la historia, su capacidad de convertirse en arte, sin dejar de ser ciencia e involucrando radicalmente al contenido, al método  y al estilo del texto.

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